miércoles, 25 de febrero de 2015

"El amor en los tiempos del cólera" - Gabriel García Marquez




Contraportada:

La historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en el escenario de un pueblecito portuario del Caribe y a lo largo de más de sesenta años, podría parecer un melodrama de amantes contrariados que al final vencen por la gracia del tiempo y la fuerza de sus propios sentimientos, ya que García Márquez se complace en utilizar los más clásicos recursos de los folletines tradicionales. Pero este tiempo -por una vez sucesivo, y no circular-, este escenario y estos personajes son como una mezcla tropical de plantas y arcillas que la mano del maestro modela y fantasea a su placer, para al final ir a desembocar en los territorios del mito y la leyenda. Los zumos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que en esta ocasión llega al puerto oscilante del final feliz. «Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.»




Después de leerlo:

El amor en los tiempos del cólera, del fallecido Gabriel García Márquez, es definitivamente un libro bonito, el titulo te dice que la historia gira en torno al amor durante alguna época donde en algún lugar hubo cólera, pero mas allá de eso, el libro habla de la vida de un hombre dedicado a amar a una mujer con todo su ser, incluso siendo capaz de esperarla por décadas con la esperanza de estar juntos. Ese hombre es Florentino Ariza, de apariencia introvertida hasta en sus ropas y romántico como el solo, y su amor único y verdadero es Fermina Daza, lo que hoy se conocería como una mujer "cabrona" (en el buen sentido de la palabra claro) y con "andar de venada" hasta en la vejez.

Todo empieza con la muerte de un hombre, Jeremiah de Saint-Amour, y con la visita del eterno rival de amores de Florentino, el doctor Juvenal Urbino, esposo de Fermina, un icono y figura pública en su tierra que sin saberlo moriría ese mismo día de una forma algo ridícula. Después de esto la ahora viuda Fermina se encuentra con Florentino de nuevo, de frente, después de medio siglo sin tener contacto alguno (además de verse de lejitos en eventos públicos) en medio de su primer día sin su marido y por si fuera poco, el decide que ese es el momento justo para recordarle su amor eterno, ahora que su único obstáculo se ha ido de esta tierra, esto no resulta tan bien como el pensaba pero aún así no pierde su determinación y, después de bastante esfuerzo (por parte de los dos) al final, del libro y de sus vidas consiguen estar juntos y amarse como debieron haberlo hecho desde el principio.

Definitivamente es un libro que te hace pensar en la vida, la vejez y el amor, a pesar de que, al parecer de esta humilde lectora, es un libro muy pesado que tiene que ser leído con bastante atención, tiempo y sobre todo disponibilidad y ganas de leerlo, porque de otro modo creo que es muy difícil seguirle el paso a Gabo.

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